ME MIRAS, Y UNA LÁGRIMA BROTA DE MI CORAZÓN, CÁLIDA, COMO GOTA DE ROCÍO EN LA MAÑANA, Y CON ELLA FUNDO MI AMOR A TU ESENCIA, Y CALA EN TU ALMA COMO GOTA DE LLUVIA FINA, Y OTRA LÁGRIMA CAE DE MI CORAZÓN, ÉSTA, CONVERTIDA EN DIAMANTE, ES LLEVADA HASTA TU SER. CON LA PRIMERA LÁGRIMA, APAGO EL FUEGO DE LA INQUIETUD QUE HICE ARDER EN TU ALMA, CON LA SEGUNDA LÁGRIMA, DEPOSITO EN TU SER UNA GOTA DE ESPERANZA, QUE, AUNQUE GOTA FINA SEA, PORTA TODA LA FUERZA DE UN AMOR INQUEBRANTABLE, INMUTABLE Y ETERNO.
Y, EN LA NOCHE ME ABRAZAS, Y LA LUNA EXTIENDE SU MANTO DE AMOR SOBRE NOSOTRAS.
Madre mia, es preciosa, gracias.
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