LA MADRE TIERRA Y SU FERTILIDAD

LA MADRE TIERRA Y SU FERTILIDAD
DEBEMOS CUIDAR, Y AYUDAR A LA TIERRA Y A TODA LA HUMANIDAD, NOS NECESITAN, NOS NECESITAMOS TODOS LOS UNOS A LOS OTROS.

jueves, 15 de septiembre de 2011

ESTAR INSPIRADO

Vive inspirado

“Inspirar” significa llenar a los demás de entusiasmo, confianza y creatividad. ¡Cuando estamos inspirados nos sentimos realmente vivos!

Inspírate con tu propósito
Cada día, cuando te despiertes, pregúntate: “¿Quién soy yo?” “¿A quién pertenezco?” “¿Cuál es mi propósito en la vida?” Entonces cada mañana te reconocerás a ti mismo como un alma, un ser espiritual y un hijo de Dios, el amoroso ser supremo. Ten la meta de celebrar este hecho y ayudar a los demás a llegar a la misma comprensión y experiencia. Esto hará que te sientas energetizado.

Inspírate con las virtudes
En lo profundo de tu interior, posees todas las fortalezas y virtudes que puedas llegar a necesitar en la vida. Reflexiona durante unos momentos, dirígete a ese espacio interior de fortaleza y paz, selecciona la cualidad en particular que necesites, y haz que se manifieste. Mediante la energía de un pensamiento determinado, permite que se exprese en formas prácticas hoy mismo.

Inspírate contigo mismo
Recuerda que eres un ser único, que ha recibido el regalo de cualidades especiales; recuérdate todo lo que ya has conseguido. Siendo consciente de ti mismo como un ser espiritual pacífico, experimenta tu propio potencial para interpretar el rol que has recibido en la gran obra de la vida. Respétate a ti mismo, así tu confianza incrementará y verás que encuentras el coraje para seguir avanzando.

Inspírate con los demás
Sin impresionarte en exceso por los demás, observa a las grandes almas desde una distancia e identifica qué cualidades que poseen te gustaría adoptar en tu vida. Incluso si alguien no te impresiona, desde la misma distancia, también obsérvales y después, con un corazón generoso, identifica también su fortaleza especial – cada ser espiritual tiene una fortaleza particular que es admirable. Esa generosidad te proporcionará un corazón feliz.

Inspírate con la naturaleza
Tómate un tiempo en medio de tu apretado horario y las preocupaciones mundanas, para considerar el mundo de los elementos. Uno no puede sino inspirarse con la belleza y majestuosidad de la naturaleza – desde la fragante delicadeza de los pétalos de las flores, de una diminuta semilla o una nueva planta que brota hasta el inmenso poder del océano o del volcán erupcionando. Cuando cooperamos con los elementos, nos damos cuenta de que la naturaleza comparte su abundancia con nosotros; cuando desperdiciamos sus recursos y maltratamos la tierra, puede que tengamos que afrontar las consecuencias. Cooperemos con la naturaleza para crear una asociación pacífica y productiva.
Con todo mi amor, para todos mis seguidores.
Araceli.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

LA ARMONÍA INTERIOR


Examinar y cambiar:
la clave de la armonía interna

En mayor o menor grado, todos hemos tenido la experiencia de dar un mensaje en el que no creíamos verdaderamente. O, en contra de nuestra voluntad, tomar parte en una conversación sobre chismes. O decir o hacer algo que no coincidía con nuestros valores. Y aunque la causa fuera política, social o culturalmente correcta, como evitar herirnos o herir a otro, satisfacer las expectativas de los demás hacia nosotros, o decirlo o hacerlo porque “lo sentimos así”, esos pensamientos, palabras o acciones falsas tienen un efecto. Experimentaremos las consecuencias no sólo como una falta de armonía y conflictos internos, sino también en las relaciones con los demás. El estrés aumenta, la paz disminuye y el mundo se deteriora un poco más.

Al alinear los pensamientos, las palabras y las acciones con los principios divinos y universales que gobiernan la naturaleza y la conducta humana, automáticamente reducimos las tensiones, porque actuamos desde una posición pura. Cuando las motivaciones se basan en valores correctos de acuerdo con las leyes fundamentales y naturales, pensamos, hablamos y actuamos de forma que se garantiza el éxito, los logros y la paz mental.

Simplemente enfocándonos en nuestro interior se revelarán esos principios, esas verdades irrompibles, permanentes y fundamentales que trascienden todos los sistemas de creencia. Son leyes naturales y espirituales, y el conocimiento de esas verdades está en el corazón de cada alma humana. Son conceptos tales como la justicia y la paciencia, la honestidad y la integridad, la benevolencia y el respeto, la precisión y la flexibilidad y todas las demás virtudes divinas que son parte de nuestro potencial más elevado.
Con todo mi amor, para mis seguidores.
Araceli Cadavieco

CÓMO PODEMOS OBTENER ÉXITO EN NUESTRAS VIDAS


Determinación y éxito

La transformación del ser implica pasar de una consciencia limitada, atrapada en el nombre y la forma, influenciada por las circunstancias y las opiniones de los demás, a una consciencia espiritual, elevada, amplia e ilimitada, una consciencia que se nutre del conocimiento espiritual y la conexión sutil con Dios, el Alma Suprema.

En el camino de la transformación interior suele suceder que creamos planes, pensamientos poderosos acerca de la atención en particular que necesitamos para alcanzar esta meta. Por ejemplo, un objetivo puede ser levantarse temprano por la mañana para experimentar el silencio y la consciencia del alma en unión con la fuente suprema, una práctica muy esencial para nuestro progreso espiritual.

Sin embargo, con frecuencia, los planes que creamos para nosotros mismos fluctúan o se ven afectados por la entropía, no se aplican con constancia o bien empiezan con firmeza y poco a poco van perdiendo fuerza, hasta que se diluyen por completo, incluso comprendiendo el gran beneficio que supone para el alma el implementarlos.

La palabra clave para conseguir el éxito en nuestros propósitos y objetivos es la determinación. De la misma manera que, en el terreno de las acciones mundanas, cuando consideramos que algo es muy importante o esencial, hacemos todos los esfuerzos necesarios para cumplir con ese objetivo o necesidad, a nivel espiritual se requiere la misma determinación. La intensidad de la determinación siempre depende de los logros prácticos y el beneficio que obtengamos.

Un ejercicio práctico para experimentar con el poder de la determinación es éste: Despertarse temprano por la mañana y diseñar un plan personal para el propio progreso durante el día que empieza. A lo largo del día, mantener ese plan en el intelecto, definiendo en el horario diario en qué momentos vamos a aplicarlo especialmente. Por ejemplo, podemos definir los momentos en que vamos a hacer pausas para experimentar la meditación, o las virtudes especiales que queremos practicar en el ámbito de las relaciones.

Por último, por la noche, revisar hasta qué porcentaje hemos tenido éxito en poner el plan en la práctica. Si no fue posible alcanzar el nivel de éxito deseado, revisar cuáles fueron las causas. Y si hubo éxito, identificar claramente el método especial que nos permitió experimentar progreso. En base a la propia experiencia, podremos después compartir ese método con los demás, facilitando así su progreso espiritual.
Ese es mi propósito, ayudar a los demás a alcanzar la espiritualidad lo más rápidamente posible. ¿Cómo? A través de los distintos talleres que se imparten en el centro Ganesa.
Co amor de:
Araceli Cadavieco

Los buenos deseos son los que dirigen mi vida


Buenos deseos
La base de recibir la cooperación de todos es el estado de tener buenos deseos. Quienes tienen buenos deseos automáticamente reciben la cooperación de todos. El sentimiento de buenos deseos automática y fácilmente crea en sus mentes el deseo de cooperar. Todos tienen amor en su corazón hacia las almas que tienen buenos deseos y es este amor lo que les hace cooperativos. Donde hay amor, todos están dispuestos a entregar su tiempo, riqueza y cooperación. Por tanto, alguien que tenga buenos deseos hará a los demás amorosos, y el amor les capacitará a ofrecer todo tipo de cooperación.

Un alma con buenos deseos fácilmente reclamará el certificado del contentamiento de todos. Sólo aquellos que tienen buenos deseos son siempre capaces de tener la personalidad de contentamiento.

Cuando damos a los demás el logro de la felicidad, el apoyo, las alas del coraje y del fervor y el entusiasmo, las bendiciones y buenos deseos que se despiertan en ellos les capacitan a avanzar espiritualmente.

Así como a través de las palabras capacitamos a las almas a tener sentimientos de amor y cooperación, de la misma forma, cuando tenemos buenos deseos y nos estabilizamos en un estado amoroso, cualesquiera que sean nuestros sentimientos, haremos que esos mismos sentimientos surjan en esas almas. Nuestros buenos deseos encenderán sus sentimientos. Del mismo modo que con una vela encendemos otra vela, de la misma forma, nuestros poderosos buenos deseos fácilmente harán que emerjan los sentimientos más elevados en los demás.

Así como el teléfono inalámbrico y los móviles nos facilitan la comunicación, de la misma forma, estos pensamientos puros darán la experiencia de hablar directamente, cara a cara, con otras almas. Éstas son las especialidades del poder del silencio. Para beneficiarnos del poder del silencio necesitamos experimentar con sus métodos.
Con todo mi amor para todos los que siguen mi blog y lo difunden para que pueda llegar a mucha gente.
Araceli Cadavieco

LA AMISTAD


Amistad

Cualquier relación digna se basa en la amistad. La amistad verdadera es una bendición.

La amistad crea un espacio respetuoso. Un espacio que invita y nos anima a ser uno mismo.

La amistad crea una confianza que nutre la autoestima.

La amistad con el Tiempo me capacita a valorar cada momento como una preciosa oportunidad.

La amistad con la naturaleza sustenta la armonía, el orden y el equilibrio.

La amistad con mi propia mente garantiza una paz y estabilidad constantes.

La amistad con mi propio ser hace que se manifieste mi dignidad innata.

La amistad con los demás expresa la meta de la vida humana: felicidad y satisfacción.

La amistad con Dios vuelve a encender el sentimiento de pertenencia eterna.
Con amor de:
Araceli Cadavieco

meditaciones