LA MADRE TIERRA Y SU FERTILIDAD

LA MADRE TIERRA Y SU FERTILIDAD
DEBEMOS CUIDAR, Y AYUDAR A LA TIERRA Y A TODA LA HUMANIDAD, NOS NECESITAN, NOS NECESITAMOS TODOS LOS UNOS A LOS OTROS.

jueves, 26 de julio de 2012

EL AMOR


Meditación para mis alumnos de Reiki

  

¿Cómo puedo encontrar mi camino?

¿Cómo puedo abrir mi corazón?

¿Cómo puedo aprender a  amar?

Dejando de ser quien no eres.

   Una inmensa luz violeta en forma de cascada se derrama sobre tu cabeza desde el cielo para, bañarte pacífica y luminosamente. Tu alma se siente alimentada, atendida, nutrida. Te rindes a la evidencia, a la no lucha. No hay nada que temer. Las barreras han caído. Las defensas no  tienen sentido en este instante de tu vida. Ahora tu verdadera esencia resurge de las profundidades del corazón para incrustarse en tu pecho en forma de llama. Ese fuego representa los anhelos de tu alma. La profunda necesidad del amor incondicional a todos y a todos. Respira en ese haz de luz que penetre en tu corazón. Eres el único medio con el que cuenta el amor para perdonar  a cuantos se le oponen, pero para ser un gran guerrero, una autentica guerrera has de hacer tuyo en don de la humildad. No pienses en nada no desees nada. Sólo debes permanecer inmóvil. El amor te busca, te está buscando en este mismo instante. Espera a que el amor te encentre.

   Eres el amor, única realidad eterna de todo hombre, de toda mujer. Por ello agradécete la oportunidad que te brindas, al despertar tu ser a través del don supremo del amor y envíalo al mundo, a los torturados, a los que padecen hambre, a los que están encerrados en prisión, en hospitales, a los enfermos de sida, marginados, exiliados, a todos los que viven circunstancias brutales. Envíales amor desde la caridad. El amor todo lo puede, todo lo sana.

   Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los Ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera plenitud de fe, como para trasladar montañas si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.

   La caridad es paciencia, es servicial, no es jactanciosa, es decorosa, no busca su interés, no toma en cuenta el mal, no se alegra de las injusticias. Se alegra con la verdad. Todo lo escusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

   La caridad no acaba nunca, desaparecerán las profecías, cesarán las lenguas, desaparecerá la ciencia porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial.

   Cuando yo era niña, hablaba como una niña, pensaba a como niña, razonaba como niña. Al hacerme mujer dejé todas las cosas de niña. Ahora vemos en un espejo el enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora crezco de un modo parcial. Entonces conoceré como soy conocida.

Ahora subsiste la fe, la esperanza y la caridad, estas tres pero la mayor de todas ellas, es la caridad.

miércoles, 25 de julio de 2012

EL APRENDIZAJE DEL TIEMPO

APRENDERÁS QUE EL TIEMPO NO ES ALGO QUE PUEDA VOLVER HACIA ATRÁS Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos... Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias... Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a dónde te diriges. Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. William Shakespeare

meditaciones